
OAN Staff Abril Elfi
Miércoles, 14 de mayo de 2025
El primer ministro de Perú, Gustavo Adrianzén, renunció pocas horas antes de que se le presentara una moción de censura presentada en el Congreso, por su presunta incapacidad para enfrentar los altos índices de criminalidad que viven en el país.
Congresistas peruanos solicitaron una moción de censura tras el reciente secuestro y asesinato de 13 mineros.
La salida de Adrianzén supone un nuevo revés para la presidenta Dina Boluarte, quien se encuentra en crisis, cuyos índices de apoyo se han desplomado a medida que la delincuencia en el país sigue aumentando.
La salida del primer ministro, el tercero en ocupar el cargo bajo el mandato de Boluarte, obligó a la presidenta a reemplazar a todo su gabinete debido a la Constitución peruana, que establece que todos los ministros deben dimitir si el primer ministro renuncia.
Si bien Boluarte puede nombrar a las mismas personas en los cargos a los que renunciaron, solo puede hacerlo una vez que un nuevo primer ministro esté en el cargo.
Parlamentarios, tanto de izquierda como de derecha, han pedido la renuncia de Adrianzén debido a su gestión del brote sin precedentes de violencia pandillera, que ha resultado en el despliegue de soldados bajo el estado de emergencia.
En los últimos meses, cientos de personas también han salido a las calles para protestar por el creciente problema de la extorsión, ya que las pandillas exigen pagos incluso a las empresas más pequeñas. Los manifestantes exigieron “una respuesta inmediata para combatir la extorsión y los asesinatos selectivos”.
Esta nota fue traducida al español por Eduardo Flores de una versión en inglés.