
OAN Staff Brooke Mallory
Jueves, 19 de junio de 2025
En una decisión dividida 6–3 emitida este miércoles, la Corte Suprema de Estados Unidos ratificó la ley de Tennessee que restringe ciertos tratamientos médicos para menores con disforia de género, concluyendo que la legislación no constituye discriminación ilegal.
El caso Estados Unidos contra Skrmetti cuestionaba si el Proyecto de Ley del Senado 1 de Tennessee —que prohíbe todos los tratamientos médicos para que “un menor se identifique o viva como una identidad diferente con su sexo”, o para tratar el “supuesto malestar o angustia derivado de una discordancia entre el sexo del menor y la identidad que afirma”— viola la Cláusula de Igualdad de la constitución.
El estatuto prohíbe a los estados permitir que médicos administren bloqueadores de la pubertad y terapias hormonales para facilitar la transición de género en menores. Asimismo, impone posibles sanciones civiles, como multas o demandas, a los doctores en Tennessee que continúen ofreciendo estos tratamientos a menores con disforia de género.
El juez presidente de la Corte Suprema, John Roberts, escribió en nombre de la mayoría que la ley no requiere un escrutinio judicial estricto porque el papel de la Corte no es “juzgar la sabiduría, la equidad o la lógica” (de la ley) sino solo asegurar que la ley no viole las garantías de protección igualitaria.
En su opinión concurrente, el juez Clarence Thomas, uno de los magistrados más cercanos al Partido Republicano, señaló que “este caso deja una lección sencilla: en debates políticamente controvertidos sobre temas marcados por la incertidumbre científica, los tribunales no deben asumir que los autodenominados expertos tienen la razón”.
Thomas argumentó que “muchos profesionales médicos de renombre” han afirmado que existe un consenso sobre cómo tratar la disforia de género en menores, pero que hay “bastante evidencia que indican lo contrario”. Sostuvo que estos supuestos “expertos” han ignorado “problemas graves” que cuestionan la idea de que los menores puedan dar un consentimiento informado a “tratamientos irreversibles”.
“Han formulado sus recomendaciones médicas con fines políticos”, añadió el magistrado.
Estados Unidos contra Skrmetti se convirtió en uno de los casos más observados de este periodo judicial y el fallo podría influir en temas controversiales alrededor de los “derechos de las personas transgénero”, como el acceso a baños y vestidores específicos para cada género, así como la participación en deportes escolares.
La decisión también podría sentar un precedente legal con consecuencias de largo alcance para futuros casos relacionados con la comunidad LGBTQ+, especialmente al definir si la orientación sexual debería considerarse una “clase protegida”, similar a la raza.
Las tres juezas liberales de la Corte votaron en contra de la mayoría y presentaron opiniones disidentes.
La jueza Sonia Sotomayor escribió una disidencia contundente, haciendo referencia al “legado histórico de leyes discriminatorias” del país y destacando la vulnerabilidad de las personas transgénero, quienes representan menos del 1% de la población estadounidense.
Hay alrededor de 300,000 personas entre 13 y 17 años y 1.3 millones de adultos que se identifican como transgénero en Estados Unidos, según el Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA. El Instituto Williams es un grupo de expertos que investiga la orientación sexual y la identidad de género demográfica para fundamentar leyes y decisiones de políticas públicas.
“La mayoría distorsiona la lógica y el precedente para afirmar lo contrario, declarando inexplicablemente que debe mantener la prohibición categórica de Tennessee sobre tratamientos médicos que salvan vidas mientras exista ‘algún escenario de hechos razonablemente concebible’ que lo justifique”, escribió Sotomayor. “Al retirarse de una revisión judicial significativa justo donde más importa, la Corte abandona a los niños transgénero y sus familias los caprichos políticos”.
“Con tristeza, disiento”, concluyó.
Esta nota fue traducida al español por Patricia Mitchell de una versión en inglés.