OAN Staff Blake Wolf
Miércoles, 1 de octubre de 2025
Seis casas de playa en Buxton, Carolina del Norte, se derrumbaron en el Océano Atlántico como consecuencia de los huracanes Humberto e Imelda. Cinco de estas casas se derrumbaron en un lapso de 45 minutos por la tarde, y una sexta se derrumbó más tarde ese mismo día.
Las casas de playa de Carolina del Norte fueron arrastradas por el océano el martes, mientras los huracanes Humberto e Imelda azotaban la Costa Este.
Afortunadamente, no se reportaron heridos, ya que todas las casas estaban vacías en ese momento. Sin embargo, es posible que se produzcan más derrumbes, ya que las condiciones persisten, según el Servicio de Parques Nacionales.
“Se espera que las condiciones muy peligrosas continúen durante las próximas 24 horas y se recomienda a los visitantes mantenerse alejados de las zonas cerradas”, añadió el parque nacional. “Se insta a los visitantes de la costa a mantenerse alejados de las zonas derrumbadas y a tener precaución en los kilómetros al sur de las mismas, debido a la presencia de escombros potencialmente peligrosos”.
Las olas arrastraron con fuerza las casas hasta la orilla, arrastrando pilotes rotos y fragmentos de estructuras de madera. Ambos huracanes permanecieron en alta mar, y los vientos impactaron principalmente en las propiedades costeras.
El director de planificación del condado de Dare, Noah Gilliam, reveló el miércoles que las casas derrumbadas se encontraban entre las 35 estructuras cuya ocupación fue descertificada desde agosto, debido a daños por erosión, a medida que el nivel del mar aumenta lentamente.
Dieciocho casas se han derrumbado en las playas de Seashore desde 2020, según el servicio de parques.
Un informe de 2024 elaborado por funcionarios federales, estatales y locales indicó que 750 estructuras frente al mar en Carolina del Norte se consideran en riesgo de erosión.
En respuesta a estos desafíos constantes, los funcionarios locales están considerando estrategias de mitigación, como la regeneración de playas y la compra de propiedades.
“Esto se está convirtiendo en algo habitual”, añadió Rob Young, director del Programa para el Estudio de Litorales Desarrollados de la Universidad de Carolina del Oeste. “Con frecuencia, escuchamos el estribillo de las comunidades costeras: no vamos a retirarnos de la costa… Nos estamos retirando. Simplemente lo estamos haciendo de forma descontrolada, en lugar de controlada… Lo estamos haciendo de la peor manera posible”.
“Este no es solo un problema de Carolina del Norte”, añadió Young. “Hay viviendas al borde del colapso en muchos lugares”.
Esta nota fue traducida al español por Eduardo Flores de una versión en inglés.
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